Trabajar en workation es teletrabajar desde un destino vacacional. Los días no están hechos sólo de las horas de oficina, y son mucho más atractivos si, más allá de estas, ocurren cosas inesperadas.
Según explica Ana Cirujano, que va contando su propia experiencia de workationen el magazine Easy Workation, «esta palabra está de moda desde hace algún tiempo en Estados Unidos, pero aún hay muy poca documentación en español en la red». Ella hizo las maletas hace un par de meses y se fue a trabajar como diseñadora freelance por el sudeste asiático. «Es parecido a unas vacaciones a las que tienes que llevarte trabajo, pero se trata más bien de vacacionar durante tu jornada de trabajo habitual, a lo largo de todo el año».
Aunque la palabra sea relativamente nueva, el concepto no lo es. Algunos derivados del workation son muy habituales:
- El que tiene que asistir a una conferencia y aprovecha para visitar la ciudad
- El que es autónomo y busca sitios agradables para teletrabajar
- La empresa que traslada sus oficinas a sitios costeros durante algunas semanas para incentivar a sus empleados
- La que organiza campamentos deworkationpara mejorar el trabajo en equipo.
Según la diseñadora, «el workation es una consecuencia positiva del trabajo a distancia. Cuando puedes trabajar desde cualquier lugar, ¿por qué no viajar a lugares mejores?»
Pepe Puerta, o «Pepe Traveler», lleva dos años y medio de workation. Es dueño de una empresa de desarrollo informático y de vez en cuando, entre destino y destino, vuelve a casa. La idea de dar la vuelta al mundo le surgió hace casi una década, pero una relación de cinco años hizo que la pospusiera. «Cuando la relación se terminó, no tenía nada que me atara a España, por lo que era una buena oportunidad para viajar», recuerda.
Actualmente se encuentra en Vietnam y su próximo destino será Cambodia. «El siguiente ya no lo sé», anuncia el aventurero, que va subiendo su ruta a TripLine.
Quien trabaja en workation trabaja por objetivos y no cumpliendo un horario. «Pero esto es algo que también se podría hacer en una oficina», apunta Cirujano. La diferencia está en lo que ocurre cuando apagas el ordenador. «Tengo una motivación extra para acabar cuanto antes la tarea diaria: ahí fuera hay una ciudad caótica, un pueblo pintoresco o una playa paradisíaca esperando a ser exploradas», dice Cirujano, que busca alojamientos con wifi y espacio de trabajo porque no le gusta trabajar desde sitios públicos como cafeterías.
La productividad no es la única ventaja. El trabajo desde lugares diferentes a los habituales también puede disparar la creatividad. «Es profundamente inspirador, muy útil para un trabajo creativo como el mío. Viajar me proporciona muchos recursos y amplía mi cultura visual».
«Aparte de los tópicos obvios como el de que viajar abre tu mente», añade Puerta, «diría que la principal ventaja son las sinergias que pueden surgir gracias a los contactos que haces». Además, añade, «en el caso de tener proyectos internacionales, al estar viajando puedes tener una perspectiva mejor de cómo hacer negocio en diferentes zonas del mundo».
Desde que inició Easy Workation, Cirujano solo ha trabajado desde tres países aparte de España. «De momento, lo que más me ha gustado es Torrelodones, comer el cocido madrileño de mi madre», dice. Eligió el sudeste asiático porque, para ella, el destino ideal para ir de workation es «un lugar más barato que España, con buena conexión a internet, donde te puedes bañar al aire libre porque hace buen tiempo todo el año y se come bien por poco dinero». Además, el sudeste asiático es, según ella, muy seguro: «Puedes estar tranquilo porque no te van a robar y no hay violencia en las calles».
Para Pepe Puerta, cualquier país con buena conexión a internet vale para trabajar. «La diferencia entre cuál me gusta más o menos depende de las amistades y relaciones que haces con la gente del país».
También es posible hacer algo parecido al workation sin viajar, al igual que hay personas que cuando están de vacaciones no viajan. «Se trata de aprovechar el tiempo de ocio para hacer lo que harías si estuvieras de vacaciones», reflexiona Ana Cirujano. «El problema es que para hacer esto con asiduidad tienes que tener un buen sueldo. La ventaja de hacer workation en países más baratos es que te lo puedes permitir. Si tus clientes están en España y te pagan en euros, en el sudeste asiático tienes un sueldo por encima de la media».
El workation no es para todos
Ni todo vale cuando haces workation, ni el workation está indicado para cualquier tipo de persona. Para que funcione y sea realmente eficaz y renovador hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones, al igual que pasa con el trabajo autónomo en general:
- Da prioridad al trabajo con respecto al tiempo de ocio. Para no sucumbir a tentaciones, es útil marcarse un horario.
- Tener días libres. Si no, tendrás la sensación de estar siempre trabajando.
- Tener todo lo que necesitas, bien sea en tu portátil, en la nube o en papel. Si no, al llegar a un puesto de trabajo extraño, perderás un tiempo precioso buscando los recursos para las tareas que tienes que completar ese día en lugar de ponerte a producir enseguida.
– Transmitir estabilidad a los clientes. Ana Cirujano opina que, a no ser que tenga mucha confianza con ellos, no tienen por qué saber que trabaja fuera del país. Puerta dice lo mismo: «intento que los clientes no sepan que estoy viajando».
A través de la web Cuánto cuesta una app, que ha creado con su socio, les hacen pedidos desde diferentes partes del mundo. «No debería importarles mucho que esté en Bishkek o en Madrid. Los tiempos están cambiando».
Por ejemplo, Pepe Puerta asegura que para que el trabajo funcione necesitas ser una persona disciplinada. Él cumple su rutina horaria casi a diario: «Entre semana intento despertarme a las 6:20. Leo e-mails y noticias. Desayuno y veo Just for laughs, un programa de gags cómicos canadienses, porque pienso que hay que empezar el día riendo. Medito unos diez minutos, doy gracias a Dios por todo y le pido ayuda para solucionar mis problemas. De 8 a 9 intento ponerme a escribir mi libro. Y de 9 a 13:00 intento trabajar, con Facebook y otras paginas que me distraen bloqueadas. A las 13:00 intento hacer deporte. Luego comer, y por la tarde pues ya lo tengo libre, o trabajo si ese día tengo mucho volumen». Esa rutina, dice, le ayuda a permanecer concentrado.
Pese a todas las ventajas descritas, Ana Cirujano piensa que, aunque siga siendo autónoma, no trabajará siempre en workation: «viajar cansa. Ser nómada implica mucho gasto de energía porque no tienes estabilidad. Continuamente tienes que buscar alojamiento, aprender la moneda del nuevo país y, al menos, un vocabulario básico de cortesía en el idioma local. Al estrés que puedes tener cuando haces turismo se suma el de estar trabajando. Se te puede juntar en el mismo día llegar a una ciudad nueva en la que no sabes ni cómo se compra el billete para subir al tren con tener que resolver una urgencia de un cliente». Pero su reflexión final es positiva: «Sin embargo, hay familias que viven viajando permanentemente por el mundo (¡incluso con niños pequeños!) y son muy felices. El workation es un regalo de la vida, pero implica mucho esfuerzo».
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